Reiki se aplica
utilizando una secuencia de posiciones de las manos dispuestas
sobre el cuerpo, comenzando con la cabeza, siguiendo con la
parte delantera y luego con la parte posterior. Cada posición
sobre las distintas partes del cuerpo dura de tres a cinco
minutos, que es el tiempo mínimo requerido para que la energía
vital fluya a través de nuestras manos, no es un masaje.
No es necesario
que el receptor se quite la ropa para recibir Reiki.
Como es una
energía sabia por sí misma, no necesita de nuestra
concentración mental para aplicarla ni está limitada por
nuestra intención. Al poner nuestras manos sobre los demás o
sobre nosotros mismos, la energía vital comenzará a fluir de
acuerdo a las necesidades y prioridades del que la recibe. Se
establece de esta forma la conexión con una energía infinita e
ilimitada, superior a la nuestra; actuamos de puente o nexo
entre la energía vital y el receptor.
Cada sesión de armonización tiene una
duración de alrededor de una hora y media de duración;
lapso de tiempo en el que el paciente descansa sobre una
camilla sin quitarse su vestimenta.
En realidad varias armonizaciones (tres
como mínimo) o sesiones de Reiki constituye lo que llamamos un
tratamiento de Reiki. Muchos llaman a ésto terapia Reiki.
Ese lapso de tiempo de aproximadamente
una hora y media que dura la sesión de Reiki el paciente o
receptor recibe energía vital o energía reiki de acuerdo a sus
necesidades y prioridades -ya que es él mismo quién regula la
energía que entra a su organismo. Esta energía vital es
transmitida por el dador o terapeuta, sea practicante de Reiki
o reikista o un maestro de Reiki a través de sus manos al
receptor o paciente, actuando en este caso solo como un canal
de energía o nexo entre la energía del Universo y el paciente.
Después de una sesión quién recibe Reiki
observará una notable mejoría en su estado físico y
energético, relajación profunda y una sensación de alegría,
paz y bienestar, ya que Reiki produce un equilibrio en todos
los niveles o aspectos que involucran al Ser humano.
Reiki no trabaja solo sobre los síntomas,
sino también sobre el origen del problema o conflicto y actúa
como preventivo al trabajar sobre el sistema energético.
Todos los tratamientos médicos o
psicológicos y cualquier otra terapia energética pueden ser
compañados por Reiki, ya que su aplicación devuelve al cuerpo
su vitalidad perdida, facilitando y colaborando con cualquier
clase o rama de la medicina y con otras terapias holísticas.
Esta técnica permite atenuar y calmar
molestias y dolores musculares y articulares, acelera la
cicatrización de heridas, ayuda en los momentos previos y
posteriores a una intervención quirúrgica, reduce procesos
infecciosos e inflamatorios, colabora en la eliminación de
toxinas, además de poder aplicarse paralelamente con cualquier
tipo de tratamiento como quimioterapia, radioterapia,
diálisis, etc., refuerza el sistema inmunitario despertando el
poder de autosanación que todo Ser humano tiene en su
interior, mejora el estado de ánimo, calma y disminuye estados
de dolor en pacientes terminales. También es efectivo en todo
desorden originado en la mental y emocional, tales como
fobias, insomnio, adicciones, obsesiones, miedos, ansiedad,
depresión, ira, etc.
Reiki puede ser aplicado personalmente y
también a distancia o en ausencia.
No es una medicina, Si una forma natural
de mejorar nuestra salud.
Reiki, como cualquier otra terapia
holística necesita de la aceptación y la confianza del
receptor. La sanación tampoco se da de un momento para el
otro, por lo que generalmente son necesarias varias sesiones
para notar cambios radicales, amén de un adecuado seguimiento
y contención que el terapeuta reiki deberá brindar. Una sola
sesión ya produce cambios, pero para lograr una verdadera
transformación y yo diría acercarnos a una sanación es
necesario el contacto del paciente con Reiki de una manera
más fluída y continua. Debemos agregar a ésto la
caracterísitica y la personalidad de cada individuo, que lo
hace único y diferente a los demás, por lo que los tiempos de
cada uno son por ende distintos a los del otro.
El dador es meramente un canal por cuyas
manos circula la energía hacia el receptor. Es necesario por
lo tanto la apertura del paciente para que la energía actúe;
por lo tanto se requiere paciencia y un claro compromiso con
la sanación de uno mismo. No podemos delegar en el afuera lo
que no queremos o no podemos hacer. Reiki ayuda a que podamos
hacernos cargo de nuestra verdadera sanación: la del cuerpo,
las emociones y la mente.
Reiki es un sistema que trabaja con el
amor; hacia uno mismo y hacia los demás. Considero que a
medida que vamos caminando por nuestro sendero de vida y dado
los momentos por los que estamos atravesando es necesario
realizar trabajos interiores que hagan ese sendero más
comprometido pero no traumático: Reiki nos puede ayudar en
ello.
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